Nombre: Las Crónicas de Narnia: El león, la bruja y el ropero.
Fecha: 9 de diciembre de 2005.
Dirección: Andrew Adamson.
Producción: Mark Johnson.
Guion: Christopher Markus y Stephen McFeely.
Protagonistas: Liam Neeson, Tilda Swinton, Skandar Keynes, Georgie Henley, William Moseley, Anna Popplewell.
Premios: Saturn Award for Best Costume Design, Ursa Major Award for Best Anthropomorphic Motion Picture, Premio Satellite a la Mejor Película o Corto Animado. Premio Óscar al Mejor Maquillaje y Peinado, Costume Designers Guild Award al Mejor Vestuario en una Película de Fantasía, Premio BAFTA al Mejor Maquillaje y Peluquería, Critics' Choice Movie Award a la Mejor Película Familiar.
Las Crónicas de Narnia: El león, la bruja y el ropero cuenta la historia de los hermanos Pevensie, cuatro niños que, huyendo de la Segunda Guerra Mundial, son enviados a la casa de un profesor que vive lejos de la ciudad. Allí, en medio de cientos de objetos valiosos que le dan a la casa un aspecto de museo, Lucy descubre un armario distinto a cualquiera que hubiera visto antes. No solo por lo que está tallado en sus puertas, sino por ser un portal a un mundo desconocido: Narnia.
Sin embargo, se trata de un portal que no siempre está abierto, razón por la cual los hermanos consideran que la niña se ha vuelto loca cuando les habla al respecto, hasta el día en que, tratando de evadir el regaño del ama de llaves se ocultan en él y, en medio de pinos y nieve, descubren que Lucy tenía razón. Lo que no saben es que su presencia en ese lugar desencadenará una guerra entre el bien y el mal de la cual deberán ser parte, a causa de una antigua profecía. Es así como, a lo largo de la película, descubrimos a Narnia y conocemos a sus habitantes, mientras acompañamos a los Pevensie en el cumplimiento de su destino: uno que cambiará sus vidas para siempre.
Los personajes, la escenografía y el guión se mantienen muy fieles a la historia original, escrita por C. S. Lewis en 1950. Incluso la banda sonora logra traducir en melodías las palabras, llenando de magia cada escena. A excepción de pequeños detalles que se quedan en el libro, la adaptación es tan cuidada que al verla podemos tener una imagen muy clara de lo que se narra en este. Adicionalmente, objetos como el armario o el farol están llenos de detalles que se relacionan con El Sobrino del Mago, primer libro de la saga, lo que les otorga mayor simbolismo y valor a estos. Todo esto permite que Narnia, ese mundo al que llegamos a través de diversos portales, se haga visible de nuevas formas y que podamos relacionarnos con él y con sus personajes desde las experiencias que propicia el cine.
Si aún no conoces la historia, te invitamos a ver la película y a cruzar el armario. Quizás, tal como les pasó a los Pevensie, tu vida cambie al entrar en Narnia.
Comments