Título: El castillo ambulante.
Autor: Diana Wynne Jones.
Año original de publicación: 1986.
Año de esta edición: 2008.
Editorial: HarperCollins Publishers.
Idioma: inglés.
Número de páginas: 429.
El castillo ambulante cuenta la historia de Sophie, una joven que cree que su suerte en la vida está definida por ser la mayor de tres hermanas, hecho por el cual no podrá vivir aventuras ni conseguir fortuna. Sin embargo, un día llega a la tienda de sombreros de su familia una bruja que la maldice con un hechizo, transformando a Sophie en una anciana. Sin poder contarle a nadie lo que le ha ocurrido y sin encontrar qué más hacer, decide dejar su casa y partir a encontrar fortuna. Esta decisión la conducirá al castillo ambulante del mago Howl, lugar en el que iniciará una nueva vida.
Esta obra, escrita por Diana Wynne Jones, discípula de Tolkien y C. S. Lewis, es un texto acogedor, en el que lo que sorprende no es la magia de la tierra en la que viven los personajes, sino cómo ésta es descrita como algo cotidiano y normal. Ingary, es un mundo que incorpora en su construcción los cuentos de hadas y algunos libros de fantasía como El mago de OZ. La magia, los magos, las brujas y los seres inanimados que toman vida son cosas de todos los días y determinan la comprensión y el funcionamiento de este mundo, una de las razones por la cual podemos considerar este texto como fantasía inmersiva. Los personajes no reaccionan ante los acontecimientos mágicos y éstos no son el centro de la historia.
Por el contrario, las relaciones entre personajes y las acciones que realizan los unos por los otros, son lo que va construyendo el relato y estrechando los vínculos de los protagonistas. A medida que vamos leyendo, vemos que las palabras de Sophie y sus acciones se contradicen: pasa de ser alguien que no se atreve a nada, a una joven que hace lo que sea necesario para salvar y ayudar a los demás sin detenerse a pensarlo. El amor y la relación con los otros como elemento que nos ayuda a crecer y a romper nuestros límites son elementos cruciales para el desarrollo de los personajes y la historia.
Para concluir, podemos decir que El castillo vagabundo nos presenta un mundo entrañable y acogedor, que es cercano a nosotros porque se funda en cuentos y convenciones de los cuales, tal vez, ya hemos escuchado hablar o hemos leído. Sin embargo, la autora da un vuelco a todo esto con su sentido del humor y una historia que nos introduce en un mundo con leyes distintas al nuestro, pero que en su cotidianidad nos recuerda que entre nosotros y la fantasía siempre hay un punto de encuentro.
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