Título: Los novios del invierno.
Autor: Christelle Dabos.
Año de publicación: 2013.
Año de edición: 2017.
Editorial: Panamericana.
Idioma original: francés.
Número de páginas: 511.
Entre libros, objetos cargados de historia, gafas y una fiel bufanda, conocemos a Ophélie, la protagonista de Los novios del invierno. Junto a ella nos acercamos a un mundo que está habitado por 21 arcas, las cuales tienen formas de vida particulares y alejadas entre sí. Cada arca tiene un espíritu de familia, clanes familiares que determinan los poderes o habilidades que tienen las personas, entre otras características que las hacen distintas a las demás.
Ophélie nació en Ánima, un arca en la que todos sus habitantes son familia y, por ende, se conocen, aunque sean parientes muy, muy lejanos. Y un lugar en el que, además, objetos como las sillas o los muebles tienen vida y voluntad y reaccionan ante las situaciones. Su habilidad de lectora le permite tocar los objetos y leer la memoria que habita en estos, es decir quiénes los tuvieron a través del tiempo y lo que sintieron o experimentaron al tenerlos. Su trabajo en el arca consiste en cuidar los objetos del museo. Asimismo, tiene la habilidad de pasar a través de los espejos y llegar de un lugar a otro, siempre y cuando conozca el lugar al que quiere llegar y se mantenga fiel a su esencia.
Su actitud estando en Ánima era muy pasiva y permisiva, siendo una joven un tanto retraída que prefería los objetos a las personas. Sin embargo, tuvo determinación al negarse a contraer matrimonio en un par de ocasiones con los candidatos que su familia le proponía, primos lejanos de su misma arca. Cuando le vuelven a indicar que se debe casar, acepta porque es su deber, pero también porque es decisión del espíritu de familia de su arca. Por esta razón, ya no se puede negar, aún cuando su pretendiente pertenezca al Polo, otra arca alejada y completamente diferente a la suya. Lo que implica que estará sin su familia en una cultura ajena para ella, con un hombre de quien solo conoce el nombre. Pero, ¿por qué la escogieron a ella?, y ¿por qué un hombre del Polo y, sobre todo, de la Citacielo, la corte de esa arca?
Es así como, al acompañarla en el viaje de camino a su nuevo hogar, conocemos el Polo, sus formas de vida, los clanes que la componen y a Farouk, el espíritu del lugar. A diferencia de Ánima, esta arca tiene una estructura social jerárquica y de clanes, de modo que no todos los clanes se tratan con respeto e igualdad. Al contrario, se lastiman entre sí, en busca de su propio beneficio. Y, en medio de todo, está su prometido: Thorn, un hombre apático, que habla poco y exige mucho de Ophélie.
¿Logrará, acompañada tan solo por su tía, sobrevivir en un espacio ajeno, rodeada de personas con la capacidad de causarle dolor sin tocarla y de crear ilusiones que distorsionan la realidad?, ¿descubrirá cuál es la razón por la cual fue llevada a la Citacielo?, ¿logrará conocer a Thorn y descubrir quién es realmente?
Este libro, al ser la primera parte de una trilogía, nos presenta el mundo y las Arcas de una forma muy introductoria, así como sus personajes. Poco a poco vamos conociendo sus costumbres, entendiendo sus poderes, sus formas de gobierno, entre otras cosas. Y, en medio de eso, vemos cómo los personajes se van construyendo en función de lo que viven y de lo que deciden ser o tienen que ser por decisión de otros.
Aunque la trama central es clara, y el interés principal queda en suspenso invitándonos a leer el siguiente libro, hay subtramas y poco a poco se van revelando nuevos misterios de ese mundo, llevándonos a no dar por sentado que algo funciona de determinada forma.
Si te gusta la fantasía de portal-búsqueda y de inmersión, si te interesa conocer poderes poco comunes, acompañar a Ophélie en el inicio de su travesía y leer una obra de fantasía escrita en Francia, te invitamos a leer Los novios del invierno.
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